Dicen que la muerte es como un gran trueno, que nos ronda a todos, que no anda muy lejos. Dicen que la muerte derrota a los caballeros, que les quita la gloria y se queda con el yelmo. Dicen que la muerte anida en los cementerios, donde al final a cada uno le harán compañía sus deudos. Dicen que la muerte es un paisaje soberbio, cuna de algunos dioses y parte del infierno. Dicen que la muerte es afín a los versos, pero amar y decir “te quiero” para mi es lo más bello. La muerte para mi es un puente estrecho, por eso ámame ahora y no me faltes cuando viejo. La muerte para mi es como uno de tus besos que me muestran el amor, y parte del Universo. La muerte para mi es poner a la dicha un precio, es pelear sin razón y en mi actitud ser un necio. La muerte para mi es lo que me oprime el pecho cuando nazco y muero contigo cada noche en el lecho. La muerte para mi...
ANDO POR LA VIDA Y uno se va de novio con la vida desterrando una muerte solitaria, pues sabe, que a la vuelta de la esquina, hay gente que es así, tan necesaria. - Hamlet Lima Quintana- "Gente necesaria" Ando por la vida contento, imaginando que nadie ha muerto, que los pozos aún están llenos y las palabras ahogan allí el silencio. Ando por la vida suelto, con paso cansino, lento, veo paisajes ya desiertos ya casi todo se llevó el viento.. Ando por la vida huyendo, escapando de paisajes yermos, buscando alegría y reinos donde solo haya conciertos. Ando por la vida sonriendo mirando toda clase de amuletos, para seguir sobreviviendo a pesar de tanto sufrimiento. Ando por la vida atento, contando los días por cientos, disfrutando de mi encierro a pesar del frío invierno. Ando por la vida impertérrito, tarareando me las ingenio para componer sonetos hasta quedar sin aliento. Ando por la vida y aprendo a mirar tus ojos, tiernos, a disfru...
Todo encajaba, pareciera como si cada diente de los engranajes supiera cuál era su función. El reloj había marcado las 12 horas y el sol estaba en su cenit, los niños salían de la escuela cargando sus mochilas llenas de útiles escolares, con sus sueños hechos de colores, como un caleidoscopio. Sus padres les tomaban de la mano, mientras los críos les contaban sus andanzas, logros y sueños para cuando fueran mayores de edad. El policía lo vio, pero no le dio importancia. Como cada día, hacía su ronda por el barrio, vistiendo su uniforme y llevando el arma de reglamento colgada a la cintura, pero lo que más respeto infundía era su bastón, el cual llevaba colgando de su mano y hacía oscilar hacia un lado y otro, cual si fuera el péndulo de un reloj antiguo. Parecía que el mundo se hubiera detenido en ese instante. Las sombras de los árboles no aparecían sobre el piso, pues en el ecuador el sol no las proyecta a esa hora. Algo no le pareció normal al agente, que creyó reconocer la cara del...
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