La venganza (parte II)

Una tarde cualquiera de primavera,
fue en coche a un lugar apartado,
notó que tenía un neumático pinchado,
y estaba muy alejado de la carretera.

Con él había ido una amiga
a quien él muchísimo quería
y aunque ella misma algo sabía,
a diferencia de otros, no le temía.

Mas en cuanto el astro rey se puso
él se dio cuenta de que fue un iluso
que de la luna lo llamaba su influjo
y que sobre él pesaba un embrujo.

Su apariencia se tornó algo lobuna
y aunque la ocasión no era oportuna
le pidió a la joven que se marchara:
ella no sabía por qué, o lo disimulaba.

Mientras tanto se iba transformando,
su cuerpo de lobo forma tomaba
ella lo miraba muy asombrada,
y varios pasos él se había alejado.

Pero el instinto pudo más que su amor
y dio hacia su amiga un gran salto,
entonces ella, ya presa del espanto
prorrumpió en un intenso llanto…

El hombre lobo le dio un zarpazo
y allí mismo se dio un gran festín,
el cual parecía que no tendría fin
y comenzaba cada día al ocaso...

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