Mi legado

Fueron esos libros de cuentos que te leí
cuando todavía eras una pequeña niña,
-nunca jamás supiste leer entre líneas-
y los años en que creciste junto a mi.


Fueron esos versos que no te escribí,
esas canciones que juntos cantamos,
los viajes que nunca más realizamos
y los años que en silencio por ti sufrí.

Fueron las horas de frío y las de calor,
cuando te adoré con una gran ilusión,
te acompañé con mi maltrecho corazón,
te brindé consejo y en que te di mi amor.

Fueron esas palabras ahora tan distantes,
cuando te llamé y no quisiste hablarme,
ese gran cariño que te ofrecí y no aceptaste,
que te acompañaría en cada instante.

Mi legado no será un hermoso coche,
tampoco heredarás una enorme mansión
ni una cuenta en el Banco de la Nación,
será el beso para dormir, por las noches.

El que te daba acostada antes de arroparte,
el que esperabas ansiosa cuando yo llegaba,
el que te daba cuando los lunes me despedía
y el que cuando creciste un poco me negaste.

Tal vez no entiendas cuál será mi legado:
será el brillo de todas las estrellas fugaces,
los instantes en que no hicimos las paces
y cuando comimos helados en un banco.

Será el rumor de un arroyo en su cauce,
será el ruido de las hojas de un sauce,
será el dolor que te oprima cuando te falte,
la lágrima que reprimí cuando me fallaste,
y el vano esfuerzo que hiciste por recuperarme...

(inspirado en "Testamento" de Miguel Adame, a.k.a. "El Mute")

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