In vino veritas
quemas tu paladar con ron,
has caído mil y un veces
pero no aprendes la lección.
Caminas a los tumbos
también siembras discordia,
pierdes a veces el rumbo
y das vueltas como una noria.
Yo también probé el vino
cuando mi cintura era fina,
mas lo dejé con buen tino,
sabia decisión fue la mía.
Reyes, mendigos y juglares,
saben que del aguardiente
provienen todos sus males,
lo admiten a regañadientes.
Jóvenes, adultos y ancianos
en vodka o crème de cacao
ahogan sus mayores penas
aún sabiendo qué les espera,
Pues de sus miradas abyectas
nacen toda clase de reyertas.
Así es como todo lo infectan
y sus vidas terminan desiertas.
Tal vez deba empezar de nuevo
ya que noto un ligero mareo,
no sé si sea por las altas horas,
o tal vez lo que ahora bebo,
este exquisito licor de almendras
más conocido como amaretto…
(inspirado en la película “Leaving Las Vegas”
que vi por primera vez junto a Leticia)
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