Fidel y su retórica (a nuestros hermanos cubanos) (colaboración)

Quién iba a decir en el Moncada
que durante cincuenta y dos años
pasarías de un mero revolucionario
a ser de Cuba, el mayor mandatario.

Cuando a Uruguay viniste de visita
allá por el 13 de octubre del ´95,
hubo quien con sorna te preguntara
por qué en Cuba había profesionales
que el meretricio debían ejercer.

A lo cual ni lerdo ni perezoso
respondiste de muy buen talante
-ese que tenían los héroes de antes-
pero tu respuesta fue muy tajante:

Que "en Cuba la educación es tan común
que aún las mismas meretrices estudian,
y no ha de ser pues, muy difícil entonces
que de profesionales se reciban algunas".

Recuerdo cuando un general traicionó
a ti y a todo el pueblo cubano,
traficando con armas por dinero
y Amnesty International por él bogó:

Rogando lo perdonaras por su vileza,
y también allí hablaste con destreza
poco común en los simples mortales
y les contaste con lujo de detalles

Que mientras el traidor armas vendía
el pueblo el cinturón más se ajustaba
para enviar tropas y armas hasta Angola
para librarlos del imperio y sus garras.

Recuerdos de esa hermosa isla caribeña
donde su gente linda ambiciona y sueña
mientras con afán y tesón se empeña
con elegir su destino y ser su dueña...

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La muerte para mi (a Leticia)

Ando por la vida (a Leticia)

El reloj