Diálogos II (a Leticia)
y de Ciudad de México
el propio suelo tocar
seguir tu sabio consejo:
Dejar atrás este duelo,
tratar de empezar de cero
buscar en tu abrazo consuelo
reunir estos mundos paralelos.
Pero la primera noche, amor,
será para mirarnos a los ojos,
abrazarnos suave, poco a poco
y prorrumpir en llantos guardados,
Beber un café de los no bebidos
ahogar en él penas no contadas,
narrarnos los chistes prometidos
nuestros anhelos no compartidos,
y de ambos los sueños incumplidos.
Guardar luego silencio juntos
tras reírnos de este loco mundo
y ante el ocaso, de tus ojos
perderme en lo más profundo.
Al alba salir a pasear de la mano
visitar cual niños el zoológico
-para ver el famoso ornitorrinco-
y probar alguno de los platos típicos
que desde luego sería lo más lógico.
Para el tan ansiado atardecer,
y como quien no quiere la cosa
ya en búsqueda del soñado placer
te regalaré de una florería una rosa.
En mi pecho mismo anidarás
pediré a algún mariachi
que toque algo para ti
y a partir de entonces
-no creo que te resistas-,
"till death do us part"
sé que solo mía serás...
Comentarios
Publicar un comentario