Desengaño

Conocerte había sido lo mejor
que me había pasado en la vida;
tu inmenso cariño y dulces versos
habían sanado todas mis heridas.

Sin embargo tu duda,
-reflejo de tu desidia-,
fue la gota que colmó el vaso
y decidí calmar mi agonía.

Caíste del pedestal
en el que tan alto te tenía,
lloré amargamente en el lecho
donde te amé con porfía.

Haber disfrutado del cielo,
el que toqué en tu compañía:
volar tan alto como pude
y ser objeto de envidia

Por parte de mis pares,
y también la comidilla
de quienes desearon lo peor
por si algún día sucedía:

Que dejaras de amarme
como nunca nadie había,
que llegaras a abandonarme
y perderte en la lejanía

olvidaras mis esfuerzos
y te convirtieras en pesadilla,
la más terrible de todas,
por lo que juré me vengaría,

derrotando mis temores,
armándome de valía,
desgarrándome el pecho
cual una bala perdida.

Hoy lloras junto a mis restos
pensando qué fue de la cima
donde me llevaron tus besos
y me alojaron un ya lejano día...

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