A mi pasaporte

Para viajar te necesito.
Para ir a Ciudad de México
fuiste el primer requisito,
¡sin ti, estaba yo frito!

Luego de utilizarte,
en un cofre te guardaré,
como mi más preciado tesoro
pues sin ti, sudarán mi poros

Los aduaneros, en el cielo
pondrán todos el grito,
exclamarán: ¡Oh, bueno!
Yo discutiré con esos párvulos
y te buscaré entre mis bártulos.

Tras mi, la fila se hará larga;
algunos, hasta perderán la calma;
otras, mujeres, muy nerviosas,
dirán: "¿y no lo trae su esposa?"

En México, en la aduana
diré que voy a Tijuana
y que con tu ayuda
contrabandeo marihuana;

Aunque pensándolo bien
en Uruguay hay algo más caro
que son los morrones, rojos...
¡o amarillos, que son más raros!

En fin, dijo Serafín,
una vez te obtuve
a la embajada corrí
para averiguar sin prisa
si necesitaba yo visa,
y a CDMX, en octubre
gracias a ti, fui...

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