Por quién vivo (a Leticia)
Sin embargo guardo un sentimiento
que es cierto y tan profundo
que necesito que sepa todo mundo
aunque alguno se estará riendo.
Lo mío ha sido un calvario,
y componer más que un desafío,
sabes que lisonjear no es lo mío,
sí susurrar que te extraño,
que te quiero, que te amo,
como el viento, en tus oídos.
Recorrer Ciudad de México juntos
disfrutando del día y el paisaje,
con toda su historia y mi bagaje,
pese a que tengo el tiempo justo.
El encanto del Zoológico,
-y sobre todo, los tuyos-
las idas y venidas, México,
y en Poémame, el murmullo.
El Museo Frida Kahlo,
Papalote Museo del Niño,
acariciar tus labios y tu tez
mientras descansa tu hombro,
en el metrobus, junto al mío.
¡Volveré a tus brazos, Letei!
-el apócope consabido-
en cuanto acabe el frío,
a descansar en tu seno
y a quedarme dormido...
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