Poémame un concierto (a Leticia)

 

Hoy desperté contento.
Tal vez sea porque de vos
a diario siento el aliento;
tal vez sea porque es hermoso
tu pelo al viento,
como en la foto,
esa en que lo llevas suelto.

Así da gusto vivir:
no perseguir la gloria
ni padecer un tormento;
soñar juntos por las noches,
siempre despiertos;
contarnos nuestras vidas,
como si se tratara
de las de Aquiles y Héctor.

Porque aprendí que no es fácil
vivir cuando todo es incierto,
cuando pareces sufrir
lo que es sempiterno,
cuando de mi corazón
el latir va disminuyendo.

Porque escuchar por
las noches tu voz
parece un concierto,
de esos que cuando
estemos juntos,
oiremos a cielo abierto,
en Yucatàn la península
o en Montevideo, el Cerro...

Tal vez en la vida,
tan solo me hacía falta
encontrar tu consuelo,
y que fueras la musa
que inspira mis versos,
porque amores como el tuyo
son los que no se lleva el viento.

Porque no es necesario
lanzar mil requiebros.
Solo hace falta a tus palabras
estar atento, y por qué no,
también a tus silencios...

Puedes dar por descontado
que pronto iré a México,
a consultar el Oráculo
si soñaremos juntos ,
o viviré entonces
como si ya estuviera muerto.

Porque cuando me toque morir
quiero sentir tus besos
y no como dice Ulises en la Ilíada,
"Que digan que viví
en la época de Héctor".

Y que nadie esté de luto,
sino que te busquen a ti, Leticia,
al igual que al resto del mundo,
que no parezca un desierto.

Y que en Poémame
no haya un requiem,
sino que todos juntos
procuren hacer de esto
un hermoso concierto...

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